jueves, 16 de octubre de 2008

miércoles, 15 de octubre de 2008

desprendiendo feromonas



Conectar la sexualidad nos aporta la plena satisfacción y el pleno poder de SER MUJER
ser mujer que ama, hace feliz a los que ama y no para de disfrutar con todo ello

nuestro poder femenino, el ancestral poder femenino va por tanto auténticamente ligado al desarrollo de la sexualidad, que incluye el amor, el placer y la reproducción.
Y cuán poco valor le damos.

Conectemos la sexualidad comenzando por un acto cotidiano e íntimo: Vestirnos, elegir nuestra ropa interior.
Ponernos en ese momento, además, la sexualidad. Un acto discreto y potente. Sumamente poderoso.

Añadamos un momento de magia. Cerremos los ojos y mezamos nuestro cuerpo. Sutilmente, sólo 5 segundos. Despertar de las feromonas.


Y ahora bien, a quién va dirigido todo este hermoso ritual?

Desgraciadamente podemos tener muchas resistencias a entregarnos sexualmente al hombre. Podemos sentirnos inseguras frente a él, potencialmente utilizables, por lo que nuestro despertar sexual se ve absolutamente amenazado.

Así que, además del ritual personal, debemos encontrar fuera de nosotras algo a lo que agarrarnos, algo que nos de serenidad, que nos calme y nos de confianza para seguir expresando algo tan bello y especial, con la conciencia de que tenemos el poder de hacer feliz a los hombres, que sin nuestro amor y sexualidad, no son nada.

Las que ya tenemos un hombre a nuestro lado podemos conectar con su parte más amorosa, aquella que no nos supone ningún riesgo ni amenaza. Imaginar una sonrisa suya, una alegría en su alma al vernos hermosas y radiantes. Y desde ahí conectarnos con él. Sabiendo que nunca aceptaremos nada que no sea lo que deseemos y que ellos estarán encantados de dejarse guiar. Porque nos aman.
Y esa es la esencia del amor. Soltar por tanto nuestras feromonas y nuestra especial y única manera de caminar, movernos, sonreir, y más allá. Construyendo nuestra especial y única manera de hacer el amor.

Si no tenemos pareja, es fácil recuperar momentos en los que algún hombre, algún hombre bueno y sexy se ha maravillado al vernos guapas y atractivas. Respetándonos profundamente y a la vez disfrutando con gozo de nuestra belleza y sensualidad.
Centremos nuestra atención en estos hombres concretos, que no son una amenaza. Sepamos que es bonito e importante para ellos vernos así. Y nutrámonos de ellos. De su amor limpio y puro.

Y sentir que conectando nuestro sexo y por lo tanto nuestro poder atraeremos inevitablemente al hombre verdadero, entre otros muchos, y sabremos elegir.

No importa si, después, la intimidad sexual será triunfante o no. Porque estaremos en ello, estaremos cada momento más cerca. Disfrutando de nuestro cuerpo, de nuestra esencia, de nuestro poder de mujer. Gozaremos de la aventura de descubrir en profundidad nuestro estilo sexual.

Y haremos un mundo mejor con el ejemplo. Para que no se olvide, para que no se entierre, para que brille y se expanda.