- cuesta ser sinceros, es decir, nos engañamos a nosotros mismos mogollón, utilizando argumentos conocidos y "políticamente correctos"
- no lo somos porque ello implica llegar profundamente al por qué, al saber dónde estamos y sin culpa, decidir qué hacer con ello
- también porque tenemos mucho miedo a hacerlo mal, niña mala, ser castigados, repudiados, poco amados, o cualquier variedad de la misma locura. Y es mejor no abrir la caja de Pandora, no nos hacemos responsables de lo que pasa.
- la culpa, la penita de equivocarnos es otra estrategia para escabullirnos colocándole la responsabilidad al otro.
- la verdad calma, sana, fortalece
- el amor de verdad no te condena ni te castiga
- siempre hay oportunidades si se quiere para encontrar un próximo encuentro verdadero, inspirador, profundo y alegre
que hay que defender nuestras ilusiones
auténticamente
con valor y energía
sin escudarnos, sin victimismos,
y bueno, no es que HAYA que hacerlo
es que PODEMOS HACERLO si queremos
esa es la luz de hoy y de estos días, que aún es sólo destello y no radiante
que podemos hacerlo
que podemos las mujeres ser hembras poderosas, disfrutarlo, sentirlo, regociarnos,
que podemos vivir plenamente todos los días,
que pueden los hombres proteger la vida, sentir su poder y disfrutarlo, estar en paz,
que podemos ser sinceros, honestos, buenos, firmes y todo todo todo
que podemos dejar de ser eternos adolescentes (me ha encantado Carlos, me inspira muchísimo) si queremos
y que gracias a nosotros que lo vamos consiguiendo y a aquellos que lo consiguen siempre o alguna vez, creamos una nueva verdad para nosotros mismos y para todos.